Nuestros hijos y las pantallas
“¿Es adicción o es la alternativa rápida y fácil al aburrimiento?”
Tenemos cuatro hijos de todas las edades. Desde un universitario hasta un bebé. Así que hemos vivido y seguimos viviendo todo lo que se habla sobre niños y adicción a pantallas en este hilo de Twitter
¿Qué pasa con las pantallas en nuestra casa?
Si nuestros hijos están “solos” porque estamos cocinando, trabajando desde casa o haciendo cualquier cosa que no sea estar con ellos y tienen acceso a pantallas, en la mayoría de casos siempre eligen usar las pantallas.
Es raro que elijan otra cosa para divertirse.
¿Hay algo que funcione para consumir menos pantallas?
Sólo funcionan 3 cosas:
- Dedicar tiempo con ellos haciendo actividades alternativas a las pantallas:
- Si les dices de hacer algo diferente a las pantallas la respuesta suele ser no.
- Si te ven a ti jugando a un juego de mesa, pintando, leyendo, regando las plantas, o haciendo otra cosa, normalmente se unen.
- Que tus hijos dediquen tiempo con otros amigos haciendo actividades alternativas a las pantallas:
- Desde ir al parque con sus amigos y amigas, hasta que sus amigos y amigas vengan a casa a jugar.
- Combinar 2 cosas:
- No tener acceso a las pantallas:
- No hay batería o pantallas no enchufadas.
- Desaparición de las pantallas de casa.
- Se ha llegado al acuerdo de no usarlas.
- Combinado con acceso a otras alternativas muy visibles y fáciles de coger: Por ejemplo estanterías a su altura, totalmente accesibles con:
- Plastilina.
- Rotuladores y papel.
- Libros.
- Juegos de mesa (también los hay de 1 jugador).
- Juguetes varios.
- Y para los que puedan… tener jardín o vivir en una zona que puedan salir solos a jugar fuera.
- Osea, hacer las pantallas inaccesibles y usar todo lo que se te ocurra que puedas poner a su alcance, que sea visible y que sean autónomos para usarlo.
- No tener acceso a las pantallas:
¿Por qué funciona lo anterior?
Los niños se acostumbran muy rápido a las recompensas y la inmediatez de las pantallas.
Cuando las han probado durante un tiempo y luego no las tienen, todo lo demás parece aburrido.
Ese aburrimiento sin pantallas ayudrá para que al final hagan otras cosas (pero prepárate una buena dosis de paciencia para “el me aburro”, “no sé qué hacer”, y en varios casos, enfados, malos modos y discusiones entre hermanos…)
Tenemos familias amigas que no tienen tele, ni consolas, ni pantallas y sus niños son igual de felices o más que los nuestros porque han encontrado otras formas de divertirse.
Hay cientos de artículos explicando por qué es necesario que los niños se aburran.
Y cuando se aburren, siempre encuentran alternativas para divertirse, siempre.